Monday, July 13, 2009


Introspección - Alfa


El atardecer de ese día de verano era hermoso. Sentado en el parque, veía a la gente pasar, cada uno con sus ocupadas vidas y problemas. Podía respirar un aire fresco y de tranquilidad. El tiempo fue pasando y el sol se ocultaba, parecía que se escondía de algo... o de alguien...

El vio que ya era muy tarde. se levantó y comenzó a caminar hacia su hogar. De repente, sintió que alguien lo seguía...

Un sentimiento de nerviosismo invadió su cuerpo, su cuerpo comenzó a segregar adrenalina por si se tenía que defender. Se sintió amenazado. Rápidamente se metió a un callejon, esperando perderlo ahí... más no sabía lo que le esperaba.

-"¡Detente ahí! ¡Sabes que no puedes huir de mi!"

-"¿¡Quien eres!? ¿¡Que quieres de mí!?"

-"Solo quiero saludarte de nuevo...viejo amigo..."

-"............!!! ¿¡Eres tu!? Pensé que ya estabas muerto..."

-"Lo hubiera estado si nadie hubiera hecho nada... Pero gracias a una persona estoy aqui. ¿No te alegra?"

-"No, no me alegra, solo me eres indiferente. Dios mio... me asustaste..."

-"Vamos, un poco de adrenalina se siente bien en el cuerpo..."

-"Un poco... pero eso no importa... ¿Ya te vas? Tengo cosas más importantes que tratar cosas que no me traerán nada bueno"

-"Ya vuelves a huir, como el cobarde que eres, a demás, esa no es forma de tratarme y no estas en posición de tomar decisiones. Tengo esto..."

-"...!!!"

-"Por eso te dije que no estas en el lugar de quien toma las decisiones."

-"¿¡Como lo conseguiste!? ¡¡ESO ES MIO!!"

-"No... es nuestro... Nos volveremos a ver, viejo amigo..."

Horrorizado, el siguió su camino, pero sentía que algo le faltaba. Sentía que esa noche iba a ser una larga. Corrió lo más rápido que pudo para escapar al miedo que sentía.

Friday, July 10, 2009

Después de la destrucción


Todo fue muy repentino, nadie supo como fue que sucedió...

Fue un terremoto, todo se vino abajo. Ni los edificios mejor cimentados pudieron resistir a tal fuerza.

Mientras los escombros caían, muchos no creían lo que pasaba. No tuvieron tiempo para pensar en huir, solo fueron soterrados por el concreto de los edificios.

Gritos, muerte, agonía...

La policía hizo su mejor intento para ayudar a las personas, pero fue inútil. Era inevitable la destrucción total de ese lugar, parecía obra de algún ente divino. Finalmente, una nube de polvo cubrió la zona.

Los gritos cesaron... La agonía se había ido...La muerte se había llevado todo lo que debía...

Entre los escombros, se levantó un niño. Al ver su alrededor, supo que no había sobrevivido nada. Limpiándose un poco, comenzó a caminar entre los escombros viendo los rostros de los que habían fallecido. Una voz dulce y suave le dijo: "No llores. Juntos levantaremos este desorden."

La nube de polvo se disipaba con el pasar del tiempo, mostrando el caos que había quedado.

Mientras caminaba, volvió a escuchar esa voz: "Vamos, dame tu mano."

El niño sonrió al saber que no estaba solo.